Una semana de vacaciones (Panorama de Narrativas) (Spanish Edition)
Language: Spanish
Pages: 104
ISBN: 8433978853
Format: PDF / Kindle (mobi) / ePub
Christine Angot ha escrito esta breve novela como se saca una foto, sin respirar, sin pararse a tomar aliento. Buscando la precision, captando el instante y el movimiento. No nos corresponde a nosotros, lectores, aspirar a conocer el elemento desencadenante; poco importa saberlo. No tardamos en darnos cuenta al leerlo de que el texto posee en si mismo el poder de actuar con violencia. Suscita sentimientos a los que la angustia no es ajena. Provoca el sobrecogimiento a traves del cual reconocemos uno de los poderes de la literatura: conferir a las palabras todo su poder explicativo y figurativo, mas que utilizarlas para ocultar y velar. Es como si el escritor levantara ese velo no para asustarnos, sino a fin de que veamos y comprendamos. / It is a story of an incestuous relationship between a father and a daughteran experience suffered by the author herself, exacerbated by the occasion of a violent holiday weekend shared by the protagonists. The result is a stunningly powerful and angry text, which forces the reader to confront a terrible reality.
debo ver, lo que sí sé es que no voy a hacerlo con alguien que tiene la cabeza a pájaros. Nos vamos. Date prisa. Espabila. El restaurante, que él reservó hace dos semanas, antes de salir de casa, se encuentra a treinta kilómetros de donde están. Aprieta el encendedor, en el centro del salpicadero, y después de un clic clac, cuando vuelve a salir, lo coge con dos dedos y enciende el cigarrillo con el extremo incandescente. Fuma. Ha caído la noche. Ella mira por la ventanilla. Sólo ve sombras que
misma boca que él. La misma sonrisa, los mismos labios estirados a lo Jean-Louis Trintignant. El niño lleva un anorak verde con cremallera del mismo color, subida hasta el mentón. También él tiene la misma boca. Se los ve a los dos hasta la cintura. La foto está tomada oblicuamente. A causa del encuadre, el ángulo inferior derecho de la instantánea parece descansar en punta sobre el suelo del párking. Ella la observa largo rato sin decir nada. Él le dice que puede quedársela. Se la quita para
retira de la boca, descansa la mano en su coronilla, le arruga los cabellos con la palma de la mano, castaños, finos, los mezcla, los entremezcla, los abraza, después le presiona la coronilla para que trague un poco más. �Por favor.» Luego: �Bien, �podríamos intentar hacer una cosa? No vamos a pasarnos todo el día en el aseo. Tendríamos que desplazarnos al dormitorio, pero sin que pares. �Te parece bien? Ven, vamos a probar. Está muy cerca. La cama está justo ahí. Sólo hemos de recorrer dos
para sentarse, observa las idas y venidas, mira sobre todo lo que hace él, cómo se desenvuelve, lo que dice a los libreros, escucha las preguntas que hace. Se sube a las escaleras de mano, pregunta cosas, le sorprende que no tengan tal título en tal edición, se marcha con sus buenos quince libros, todas las veces. Aunque vayan a diario. Apenas han salido de la librería, los saca de la bolsa para volverlos a mirar. Siempre hay al menos uno para ella. La vez anterior le compró Ivanhoe, porque nunca
centímetros de su cuello, y las nalgas al alcance de la mano. Admira el dibujo de los labios menores, tan finos, bordeados por los labios mayores, que al protegerlos atraen hacia ellos. Antes de aplicar los suyos, le olisquea el sexo, luego retrocede un poco y mira de nuevo lo que tiene ante la vista antes de realizar una inspiración profunda e impregnar bien su recuerdo del olor que inhala. �Mmm.» Ella tiene frío. Se echa por encima una punta de la sábana. Él le sigue sujetando un tobillo, la
